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El proyecto trata de adaptar un piso señorial de un edificio del S XIX a un programa a medida de las nuevas necesidades familiares contemporáneas, 

Siguiendo la estructura natural del propio edificio se decide generar dos espacios diáfanos de gran escala situados en los dos polos opuestos de la vivienda que resuelven el programa doméstico de día. Lo diáfano manda, eliminándose tabiques y elementos de compartimentación, ampliándose los vanos de los  muros estructurales, generando permeabilidad y fluidez visual así como la versatilidad necesaria para que los propios usuarios de la vivienda puedan reformular los espacios de forma sencilla utilizando elementos de mobiliario. 

El primer gran espacio diáfano se concibe como un gran espacio diáfano blanco inundado de luz a través de los grandes ventanales que vuelvan sobre la calle Serrano. La utilización de un lenguaje uniforme permite conservar los elementos existentes e introducir elementos nuevos que incorporan valor añadido al espacio original.

Se diseña un nuevo muro funcional profundo ornamentado exteriormente mediante el mismo despiece que la boiserie existente, que actúa tanto de telón de fondo de este gran espacio como de elemento dinamizador y aglutinador del programa funcional. El Segundo gran espacio vinculado a la escalera trasera se sitúa entre dos grandes patios , aglutinando el eje funcional compuesto por Cocina, ofice y  lavadero. El resto del programa funcional de noche se resuelve en el espacio intermedio entre estos dos grandes polos que se relacionan entre sí a través de compartimentaciones móviles y un gran espacio galería que en su punto medio se expande y genera una zona de estar familiar en el corazón de la propia casa. 

La apuesta por el espacio limpio y diáfano a gran escala contemporáneo, junto con el respeto por los elementos originales del inmueble como genera una nueva sensibilidad que obliga a diseñar y elegir cuidadosamente el resto de aspectos materiales de la vivienda. El elaborado despiece de los suelos, el cuidadoso diseño de piezas de mobiliario e iluminación mediante la incorporación de materiales nobles como la piedra y el latón, completan la intervención consiguiendo crear una atmósfera nueva de una vivienda contemporánea que respeta el carácter original del edificio señorial de finales del S XIX en el que se ubica.