- Tipología
- Oficinas
- Ubicación
- MADRID
- Fecha
- 2018
- Tamaño
- 50 m2
- Estado
- Construido
Info
El proyecto se plantea en un patio trasero abierto entre el edificio actual de uso administrativo, cubierto parcialmente por una pérgola con un pilar de hormigón que une los dos lados opuestos del edificio, y un árbol protegido de gran porte. La ampliación busca una integración sensible y racional tanto con el edificio existente como con el entorno natural que lo rodea. El planteamiento obliga a realizar una sencilla pieza rectangular vítrea que se ubica retranqueada del edificio existente que se desliza por debajo de la línea que delimita la actual pérgola, generando un espacio diáfano de trabajo.
Un paso suspendido conecta ambos edificios mediante una rampa que salva la diferencia de cotas entre ambos pavimentos acabados. Dicho paso queda elevado del suelo exterior permitiendo la continuidad del jardín bajo él y enfatizando el carácter exento de la pieza.
Exteriormente posee un doble revestimiento: un primer cerramiento-celosía autoportante formado por pletinas horizontales y verticales de acero. Esta celosía además de tamizar el paso de la luminosidad y servir como celosía de seguridad, sirve como protección solar ofreciendo unas condiciones climáticas interiores de confort y ayudando a optimizar el consumo energético del edificio. Una segunda piel de vidrio retranqueada de la celosía aísla el espacio destinado a oficina y permite visiones perimetrales del entorno natural y ajardinado característico de la Casa de Campo.
La configuración de la celosía de protección solar atiende a un riguroso estudio sobre la incidencia solar en las distintas fachadas. Como resultado de dicho estudio se ha diseñado una celosía con una base estructural homogénea a la que se le ha superpuesto un patrón para la protección solar de pletinas verticales giradas. Dicho patrón conforma un degradado continuo, siendo la parte inferior la menos densa y la parte superior la más densa en la fachada noroeste. Debido a que el resto de las fachadas necesitan una protección mínima frente al sol únicamente están conformadas por la base estructural básica, a excepción de los partes colindantes con fachada noroeste de las fachadas sureste y noroeste, zonas que se densifican con el fin de establecer un espacio de tránsito entre la densa fachada noroeste y el resto de las fachadas.
El patrón resultante ayuda a integrar la nueva edificación con el edificio existente gracias al patrón que forman las lamas de acero manifestándose como un negativo de las llagas de cemento que conforman el muro de mampostería de piedra del edificio existente. Las materialidades de acero reflectante de la celosía y la segunda piel de vidrio ayudan a mimetizar el edificio con el entorno natural existente mediante sus propias cualidades de reflejo y transparencia.