Tipología
Oficinas
Ubicación
PASEO DE LA CASTELLANA 94, MADRID
Fecha
2020
Tamaño
7.100 m2
Estado
Construido

Info

El proyecto se ubica en el Paseo de la Castellana, un salón urbano que alberga un repertorio de edificios icónicos que han terminado por convertirse en uno de los escenarios de la cultura madrileña desde el siglo XIX hasta la actualidad. Esta situación privilegiada provoca un doble compromiso; por un lado, el de ofrecer una estética afín que responda a esta ubicación y, por otra parte, el de conceder a la ciudad un valor cultural y colectivo añadido.

El programa de edificio de oficinas suscita, además, una reflexión en torno al papel tecnológico y medioambiental que tiene hoy la arquitectura, al tratarse de una tipología en la que el comportamiento termodinámico del edificio resulta clave desde el punto de vista de su consumo, eficiencia energética e impacto medioambiental.

Desde su enfoque estético, el propósito fundamental del proyecto es el de ofrecer una imagen que responda al lugar en el que se encuentra, pero también el de conceder a la ciudad un valor cultural colectivo añadido que se identifique con referencias artísticas actuales, como son Olafur Eliasson, Anish Kapoor o Arnaud Lapierre. Se ahonda así en la idea de arquitectura como acontecimiento fenomenológico, entendiendo que la percepción que se tiene de la misma desencadena en una experiencia sensorial. Para ello, se construye una piel solar que, a modo de caleidoscopio intensifica la intensidad de los cielos de Madrid en su multiplicidad de reflejos cambiantes. De esta manera, se pretende no solamente conseguir una estética contemporánea acorde con su emplazamiento, sino también crear una experiencia pública compartida.

En cuanto a la vertiente técnica, si hay un paradigma que articula la cultura arquitectónica de hoy es el que vincula sostenibilidad, salud y bienestar. La búsqueda de una arquitectura medioambiental se ha convertido en uno de los condicionantes esenciales del diseño arquitectónico y la respuesta a esta cuestión ha pasado de ser un complemento a ser un requisito indispensable. La constatación de que un edificio de oficinas es una tipología que casi siempre disipa calor está en el origen de la definición del comportamiento termodinámico del proyecto, ya que el compromiso medioambiental de la arquitectura no puede estar desligado del bienestar y el disfrute de sus ocupantes. Por ese motivo, mediante un diseño fundamentalmente pasivo, se pretende satisfacer una triple necesidad: la protección de la radiación del sol de Madrid, la ventilación natural de los interiores y el desarrollo de sistemas activos sostenibles de climatización.

Para ello, en primer lugar, el factor de forma de la volumetría del edificio ofrece una reducida superficie de fachada en contacto con el exterior, optimizando así tanto su refrigeración como su calefacción. En segundo lugar, la geometría facetada de la envolvente y su capacidad reflectante minimizan la radiación solar incidente. Finalmente, el sistema de losas radiantes de hormigón se encarga de contrarrestar el calor residual, garantizando el bienestar y el confort en sus espacios interiores. Como consecuencia, el proyecto plantea un diseño alternativo al del edificio de oficinas tipo, habitualmente con envolvente estanca y climatización mediante sistema de aire acondicionado, para apostar por una estrategia pasiva en la que convergen sostenibilidad, salud y bienestar.