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Una vivienda unifamiliar dentro de una colonia protegida en Madrid ofrece la oportunidad de vivir en un entorno casi rural, rodeado de zonas verdes y construcciones de baja densidad, pero en lo que actualmente se considera la zona centro dentro de la ciudad. El proyecto surge de la necesidad de transformación a las necesidades contemporáneas de sus nuevos usuarios, de esta sencilla vivienda de dos plantas promovida en los años 20 para policías y funcionarios municipales en la entonces zona periférica de Madrid.

La solución arquitectónica parte de una estrategia basada en el respeto a la sencilla arquitectura de la vivienda original y los valores paisajísticos y fenomenológicos del entorno, intentando potenciar las cualidades espaciales en su interior a la vez que se adapta a la demanda del programa residencial contemporáneo.

Para ello se vacía todo el interior de la vivienda incluyendo estructura y cubierta y se diseña un nuevo y único núcleo infraestructural central de hormigón que organiza programa en todas las plantas, optimizando tanto la luz como la ventilación natural y reduciendo los espacios de comunicación. La escalera ligera en su interior y los espacios en doble altura alrededor de la misma, potencian la calidad espacial de la casa garantizando la relación visual entre diferentes plantas.

El respeto a la envolvente protegida y a los materiales de construcción originales, la mejora energética, la sencillez y racionalidad constructiva, marcaron el desarrollo constructivo de la obra. De este modo, el resultado final deja a la vista muchos de los materiales originales y nuevos resultantes tras la rehabilitación, potenciando la aparición de nuevas situaciones espaciales que enriquecen la experiencia y la forma de vivir de sus actuales usuarios.