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Vivienda unifamiliar en Sotogrande situada en una parcela que previamente albergaba una casa. La nueva propuesta intenta mantener el espíritu original de la vivienda racionalista del reconocido arquitecto Luis Gutiérrez Soto, que debido a patologías estructurales se procedió a demoler.

La nueva implantación de la vivienda dentro de la parcela permite conseguir un gran vacío hacia el límite sur de la parcela, frente a la fachada principal. Dicho vacío consigue potenciar la relación de la edificación con el paisaje natural colindante del Guadalquitón, integrándolo y potenciando la sensación de apertura de la edificación hacia este paisaje protegido.

El empleo de voladizos de protección solar cuidadosamente estudiados enfatizan la horizontalidad y continuidad en la volumetría y permiten optimizar la protección solar y maximizar la exposición a la luz natural en aquellas fachadas que reciben menor soleamiento, una vez se introducen los huecos de cada estancia tratando de aprovechar las mejores vistas disponibles.

El interior de la vivienda se caracteriza por el dinamismo y sensación de continuidad debido al uso de elementos curvos, que integran las distintas estancias públicas. El empleo de ventanales correderos de gran formato permite transformar fácilmente dichos espacios interiores en espacios porticados exteriores, que promueven de nuevo el vínculo con la naturaleza exterior.

La cuidada selección de materiales naturales procedentes muchos de ellos de la artesanía local como la cerámica, la madera recuperada y la piedra dispuesta con diferentes despieces, tanto en interiores como en exteriores, tejen espacios luminosos y amables, obteniendo como resultado una casa cálida y serena donde poder disfrutar de la vida en familia.