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El proyecto nace de la necesidad de resolver la implantación de un extenso programa de vivienda en una sola planta para cumplir los requisitos funcionales de sus usuarios, en una parcela de grandes dimensiones con pendiente descendente desde el acceso y con vistas privilegiadas a la naturaleza inalterada de la sierra y la rivera del arroyo Guadalquitón. En la primera visita al solar la práctica ausencia de referencias visuales de cualquier otra construcción nos atrapa y transporta a la sencilla vida en el campo andaluz.

El proyecto planteado trata de dar respuesta a dichos puntos de partida que inicialmente pueden parecer incompatibles. Se plantea así el interesante reto de como jugar con las escalas y la percepción del usuario a medida que el mismo se va adentrando en la vivienda. Desde el único acceso rodado y peatonal situado en la parte elevada de la parcela dos pequeñas y sobrias piezas rectangulares, emergen sobre el aparente paisaje natural atravesado por los caminos por los que se desciende a la plataforma donde se implantan. En un claro guiño a la discreción y sencillez de la arquitectura tradicional popular local.

Una plataforma de agua se introduce entre estas dos piezas recuperando otro elemento característico de la arquitectura islámica, que aporta el necesario frescor en el acceso. Los caminos convergen en dicha plataforma que dirige la mirada del usuario a un pórtico pétreo limpio y abstracto que enmarca el paisaje de la sierra del Guadalquitón y alberga una escalera helicoidal que nos da acceso al nivel inferior de la casa. Actuando de puerta principal de la casa articulando sus dos niveles.

En la planta inferior se desarrolla toda la vivienda principal resolviendo el programa funcional de la misma. Una estructura modular y cartesiana a modo de malla va generando y tejiendo las distintas estancias, creando una serie de patios interiores que actúan como grandes lucernarios sobre la cubierta ajardinada, incorporando iluminación, ventilación y frescor a las distintas estancias vivideras. Introduciendo el proyecto de nuevo los valores de los patios soterrados de la arquitectura tradicional local con influencia islámica.

La fachada principal de la casa desde el jardín inferior se configura mediante una franja porticada que va enmarcando las vistas privilegiadas a la sierra andaluza, como un gran esqueleto que da ritmo a todo el conjunto. La calidez de materiales naturales locales como la piedra, la madera y los elementos cerámicos y esteras equilibran esta estructura, mediante cuidadosos despieces que aportan un carácter acogedor y desenfadado al interior de la vivienda.

El resultado es un diseño de una vivienda innovadora y energéticamente eficiente que recupera elementos de la arquitectura tradicional andaluza, intentando reducir su presencia visual para buscar la integración máxima con el paisaje natural y contribuir a fomentar el disfrute de un modo de vida respetuoso con el medio ambiente.