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Esta vivienda unifamiliar en una ubicación privilegiada en San Lorenzo de El Escorial trata de dar respuesta al reto de construir en una parcela ubicada en una ladera frente al Real Monasterio del Escorial, (Monumento Histórico Artístico y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO), con un desnivel pronunciado y una climatología con grandes fluctuaciones de temperatura a lo largo del mismo día.

La vivienda se sitúa en la parte superior de la parcela, lo cual optimiza los recursos disponibles en una ladera. Esta ubicación no solo minimiza la huella de edificación, sino que también reduce la longitud del vial de acceso, facilitando una entrada directa desde la planta superior. Desde esta posición elevada, todas las estancias de la casa gozan de vistas privilegiadas de Madrid, estableciendo un vínculo visual con el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.

El diseño se articula alrededor de un eje infraestructural longitudinal situado en la parte trasera, que vertebra y da acceso a todas las estancias habitables orientadas hacia el valle y el complejo del Monasterio. La fachada de la vivienda está revestida con rotundas piezas de granito, reinterpretando un material tradicionalmente utilizado en la localidad debido a su gran inercia térmica, ideal para regular las temperaturas extremas. Este granito proviene de las cercanas canteras de la Sierra de Guadarrama, relacionando así la nueva edificación con la historia y el paisaje local. La piedra utilizada parece emerger naturalmente del terreno granítico circundante.

El ritmo, el tamaño y la configuración de los huecos en la fachada responden a la distribución limpia del espacio interior, de modo que, desde lejos, la casa se percibe como una secuencia de contrafuertes o incluso como una bella ruina habitada. Gracias a su solidez y proporciones, la vivienda establece un diálogo con la arquitectura clásica del municipio, mostrando un profundo respeto por su historia y entorno.