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Este proyecto fue el ganador del Concurso Internacional de Ideas convocado en dentro del Distrito Avanzado de Toledo, diseñado por Jean Nouvel.

La idea original del proyecto proviene de los grandes terrones que quedan sin labrar en los campos de La Mancha y que reciben el nombre local de Gasón.  El proyecto se concibe como un accidente geológico intencionado, redondeado y casi pétreo.  El solar tiene un gran desnivel de 8,7 m en su diagonal y el edificio proyectado se asienta de forma natural sobre el terreno existente, respetando su topografía.  El espacio central está esculpido con suaves rampas y terrazas. 

El objetivo es crear un paisaje interior que recuerde al campo manchego.  Sus plantaciones recrean un microclima que filtra las altas temperaturas estivales mediante la refrigeración por evaporación y, con el uso sensato de la xerojardinería, se consigue reducir la demanda de agua para los espacios comunes.  Se estudia el impacto de los vientos dominantes, de modo que el volumen se moldea para evitarlos o favorecer su paso a través del edificio. Se ha previsto una zona específica para el cultivo de esparto con el fin de proporcionar a la Comunidad la materia prima para la fabricación y posterior reparación de las persianas naturales de protección solar.  Con ello, la Arquitectura recupera estas persianas tradicionales, especialmente adecuadas para este tipo de clima, ya que proporcionan sombra al tiempo que permiten el paso del aire.

Los espacios bajo cubierta se reservan para acumular agua y conseguir el equilibrio térmico deseado, utilizando estos espacios como elementos aislantes de la radiación solar y destinándolos a cuartos de instalaciones. Se ha previsto un sistema energético alternativo para reducir costes respecto a las fuentes de energía convencionales. 

Mediante un buen uso del diseño pasivo, se aprovechan las virtudes de los materiales, sin grandes alardes, mediante un estudiado uso de la orientación y aprovechando la inercia térmica.  Todas las viviendas disponen de ventilación cruzada, organizando los módulos habitables de forma que los dormitorios se orientan al norte o este y los salones y cocinas al sur u oeste, estando éstos divididos por una franja de servicio que alberga baños e instalaciones.  Los armarios se utilizan como colchones térmicos, aumentando la sección de las fachadas norte y este para proteger los dormitorios de los cambios bruscos de temperatura entre el día y la noche, el invierno y el verano.  Debido al inusual clima de Toledo, los balcones que preceden a los salones y cocinas protegen estos espacios de la radiación solar directa proporcionando un nivel de sombra previo a la zona de día de la vivienda.  Están situados en las fachadas sur y oeste, donde la incidencia de la radiación solar es más fuerte, por lo que proporcionan protección en el caluroso verano y un espacio soleado añadido al salón en la estación más fría.